El financiamiento de proyectos a través del capital privado (como un nombre genérico) es uno de los temas más en moda hoy en día en el ecosistema emprendedor y, en general, en el sector empresarial. Por lo anterior, el objetivo de esta serie de publicaciones no tiene objetivo tratar aquellos conceptos que ya forman parte de publicaciones innumerables, como por ejemplo qué es el capital privado o cuáles son las principales diferencias que existen entre el crédito bancario y el financiamiento de capital privado que a su vez tenemos que dividir en capital emprendedor (venture capital) y en capital privado (private equity).
La finalidad de estos breves artículos es compartir ideas sobre las múltiples maneras de financiar proyectos y empresas, así como contribuir de manera modesta con la experiencia profesional que a través de la asesoría legal me enseño la práctica y en la cual, como una conclusión previa, una de las cualidades más importantes en asesorar clientes es la CREATIVIDAD. Para el financiamiento apropiado de proyectos tenemos que tomar en cuenta en orden de importancia:
- i) la naturaleza del proyecto
- ii) tamaño de la empresa y del financiamiento
- iii) los efectos jurídicos y fiscales que podría resultar el financiamiento
- iv) así como, cualquier otra particularidad, propia de los proyectos (y si hay muchos, desde cuestiones familiares hasta conceptos previamente negociados por las partes).
El presente artículo tiene como finalidad introducir el tema de financiamiento y cuestiones preliminares a dicho financiamiento que cualquier emprendedor o inversionista debería considerar. LA MONEDA TIENE DOS LADOS
Valuación de tu proyecto: Siendo nada más una abogada no quisiera meterme en un territorio que no me corresponde opinar, pero reuniones, pláticas y conferencias me han enseñado que i) como emprendedor tu proyecto siempre tendrá un valor mayor para ti que lo que representa para un posible inversionista, y por otro lado, las valuaciones que leemos sobre empresas de Silicon Valley no son válidas en México (lo siento).
Due diligence o auditoría: Uno de los mejores consejos que puedo recomendar a los emprendedores (independientemente del tamaño de su empresa) antes de salir a buscar financiamientos es: “Do your diligence”, es decir, ten en orden tu empresa, en todos sus aspectos de la palabra. No esperes que el inversionista realice una auditoría porque el resultado de ésta reflejará una foto instantáneo no nada más sobre la situación de la empresa sino también sobre su dueño y la capacidad profesional del administrador, consecuentemente el resultado de la auditoría podría ser una excelente oportunidad de negociar sobre los futuros términos y condiciones del financiamiento.
Matrimonio: El inversionista invierte tanto (90%) en personas como en sus negocios por lo que como lo llamamos en la jerga del capital privado, el financiamiento es un “matrimonio” entre el empresario y el inversionista. ¡Piénsalo bien!